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Productores colonos de Florida concretaron exportación de carne ovina con hueso a Estados Unidos.

Unos 24 productores familiares de pequeña y mediana escala que trabajan en el compartimento ovino del Instituto de Colonización en Florida concretaron el primer embarque de 780 corderos a Estados Unidos, con un precio 20 % superior a la referencia en mercado. ''La experiencia colectiva permite que productores que no acceden en forma individual ingresen a un mercado con alto valor'', dijo el director de Ganadería, José Olascuaga. Noticia publicada en Presidencia, 19/10/2018.


En 2017, el Instituto Nacional de Colonización otorgó 512 hectáreas para implementar un sistema de producción ovina en compartimento de bioseguridad a 50 productores familiares de San Gabriel, Florida. El predio se adquirió a través de una compra directa, con asesoramiento del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, por un monto de 2,4 millones de dólares.

El 12 de octubre, 24 de esos productores concretaron el primer embarque de 780 corderos con destino al mercado de Estados Unidos. “Es el primer embarque en que productores familiares de mediana y pequeña escala pueden acceder a este mercado de alta exigencia y alto valor”, aseguró el director de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, José Olascuaga, en entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional.

Informó que el precio pactado entre los productores y el frigorífico San Jacinto, último eslabón en la cadena exportadora, en estas operaciones fue un 20 % superior al valor de referencia en el mercado de haciendas.

“Este tipo de experiencia colectiva permite que productores familiares, que difícilmente pudieran comercializar en forma individual, accedan a un mercado con una mejor inserción”, indicó el funcionario de gobierno.

“Es parte de la política del Ministerio de Ganadería para lograr inserción en las cadenas de valor y (el compartimento) es una herramienta que otorga buenos resultados”, afirmó Olascuaga.

El compartimento en Florida se concretó por un trabajo entre la Dirección General de Desarrollo Rural y la Dirección General de Servicios Ganaderos, ambas del Ministerio de Ganadería, el Instituto Nacional de Colonización y el Secretariado Uruguayo de la Lana, en conjunto con la Asociación Rural de Reboledo y el Movimiento de la Juventud Agraria.

La idea de adoptar esta forma de producción se originó en la Dirección General de Servicios Ganaderos para levantar las barreras sanitarias vinculadas a la fiebre aftosa, que impedían a nuestro país ingresar al mercado de Estados Unidos con carne ovina con hueso. Los animales son seleccionados por el productor de origen, en tanto la dependencia del Ministerio de  Ganadería controla que en esos predios no haya problemas sanitarios, puesto que se analizan los antecedentes para decidir si los ovinos se pueden comercializar.

Una vez que se decide que el producto es apto para la venta, se colocan las caravanas electrónicas y se extraen muestras de sangre para comprobar que no se registre fiebre aftosa, instancia solicitada por los mercados internacionales. Tras los controles, el animal es llevado al compartimento, donde permanece un mínimo de 40 días sin recibir medicamento veterinario que implique problemas de inocuidad.

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